Suele ocurrir al despertar en la mañana o mientras realizamos nuestras tareas diarias. Las ganas de tomar un café se apoderan de nosotros y debemos ir por él. Entonces, a veces, nos encontramos con la muy mala noticia de que los filtros para preparar el café se han terminado y no contamos con repuestos. ¡A no desesperarse! Todavía puedes echar mano de tus toallas de papel y confeccionar un filtro de café de emergencia, que cumplirá perfectamente con la misión para que puedas tomarte un rico café.
Solo tienes que seguir estos pasos:
- Toma un par de toallas de papel y dóblalas
- Mételas en el cono de la cafetera donde va el filtro dándoles esta misma forma. 3. Para lograr una base más fuerte, que resista al agua caliente, cruza una de las toallas sobre la otra.
- Si hace falta, recorta la parte de la toalla que sobresale por encima del filtro para que no se interponga entre el chorro del agua y el café.
- ¡Ya estás listo para activar tu cafetera!
Si al servir el café te parece que algunas partículas de la toalla pueden haberse desprendido, la solución es sencilla: solo deberás filtrar el contenido de tu taza para que estas queden en el colador. Y entonces sí, las toallas de papel te han salvado, ya puedes disfrutar de un rico café.